Aumentar la viscosidad de geles y champús es uno de los principales desafíos en el desarrollo de productos cosméticos. Esta propiedad no solo afecta la estabilidad y la apariencia del producto, sino también su sensorialidad y facilidad de aplicación, factores clave para la experiencia del consumidor.


En este blog te explicamos cómo aumentar la viscosidad en geles y champús, tanto con fórmulas tradicionales (con sulfatos) como con fórmulas sulfate-free, cada vez más demandadas en la cosmética natural y el cuidado wellnes.
 

¿Por qué es importante la viscosidad en geles y champús?


La viscosidad influye directamente en la percepción del producto. Posiblemente un champú demasiado líquido puede parecer de baja calidad, mientras que uno con buena consistencia transmite mayor eficacia y valor. Además, ayuda a controlar la dosificación y mejora la experiencia durante la aplicación.
 

Factores que influyen en la viscosidad


Algunos de los factores clave que determinan la viscosidad de un gel o champú son:
  • Tipo y concentración de tensioactivos
  • Ajuste del pH
  • Presencia de sales o espesantes
  • Temperatura de formulación
  • Interacción con perfumes y otros ingredientes
 

Técnicas para aumentar la viscosidad en champús y geles

 

1. Uso de sales: la opción más común

En fórmulas con tensioactivos como Sodium Laureth Sulfate, la adición de cloruro sódico (sal común) es una solución efectiva y económica para aumentar la viscosidad. Sin embargo, debe hacerse con precaución para evitar la inversión de viscosidad (cuando el exceso de sal reduce la viscosidad).
 

2. Incorporación de tensioactivos con efecto espesante

Tensioactivos como Cocamide DEA o Cocamide MEA actúan como agentes coespesantes y estabilizan la espuma. Son ideales en fórmulas tradicionales, aunque su uso está cada vez más regulado. Las Glucamidas son tensioactivos no iónicos, no tienen carga y productos como Lauroyl/Myristoyl Methyl Glucamide son excelentes espumantes y ayudan a mejorar la viscosidad en fórmula, tienen propiedades espesantes.
 

3. Ajuste del pH en tensioactivos derivados de aminoácidos

Tensioactivos como Sodium Lauroyl Sarcosinate permiten modular la viscosidad ajustando el pH entre 5,0 y 5,5 mediante ácidos orgánicos como por ejemplo el ácido láctico. Es importante encontrar experimentalmente el punto óptimo, ya que la viscosidad puede caer bruscamente fuera de este rango.
 

4. Uso de ésteres naturales como espesantes

Ingredientes como Myristyl Lactate o Lauryl Lactate funcionan en fórmulas con y sin sulfatos. Además de espesar, aportan beneficios sensoriales como efecto acondicionador, especialmente útiles en champús.
 

5. Gomas naturales: opción para fórmulas “clean beauty”

La goma xantana es una alternativa natural que, aunque puede ser difícil de trabajar, es compatible con las tendencias actuales en cosmética natural y vegana.
 

Combinaciones efectivas en fórmulas con sulfatos

  • Sodium Laureth Sulfate + Cocamidopropyl Betaine: combinación clásica que se puede espesar fácilmente con Cocamide DEA o NaCl.
  • Ammonium Lauryl Sulfate + Coco-Betaine: menos conocida, pero eficaz si se añade una pequeña cantidad de Myristyl Lactate o Ammonium Chloride.
 

Cómo aumentar la viscosidad en fórmulas sin sulfatos


Las fórmulas sulfate-free representan un reto adicional. Aquí algunas soluciones efectivas:
  • Tensioactivos derivados de aminoácidos (sarcosinatos, glutamatos, glicinatos) combinados con anfotéricos como betaínas o óxidos de amina.
  • Uso de Sodium Lauroyl Sarcosinate + Cocamidopropyl Betaine con ajuste de pH para modular viscosidad.
  • Incorporación de sulfosuccinatos y glucamidas, buenos como cotensioactivos y espumantes. Las Glucamidas, productos como Lauroyl/Myristoyl Methyl Glucamide son excelentes espumantes y ayudan a mejorar la viscosidad en fórmula.
  • Sodium Cocoyl Glycinate: excelente para una espuma más duradera, aunque con menor volumen comparado con sulfatos.
  • Espesantes como Lauryl Lactate que también mejoran la sensorialidad y el peinado.
 

Soluciones transparentes y suaves

En productos que requieren transparencia o evitar ingredientes etoxilados, se puede optar por sistemas con Laureth-2 y PEG-90 Glyceryl Isostearate, aunque deben evitarse si la fórmula apunta a un enfoque 100% natural o sin PEGs.
 
Conclusión
Elegir el método adecuado para aumentar la viscosidad en champús y geles dependerá del tipo de tensioactivos utilizados y de los objetivos de la fórmula (sensorialidad, naturalidad, transparencia, etc.). En un entorno donde las fórmulas sulfate-free y naturales son cada vez más populares, es clave conocer las alternativas más eficaces y estables para mantener la calidad y la experiencia del usuario.
 
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